El sueño de la casa de propia en Chile cada vez se viene haciendo más complicado para la ciudadanía, sin embargo, la mejor oportunidad para comprar una vivienda es solicitar un crédito hipotecario. De esta manera un banco te presta dinero, el que debes devolverlo en una determinada cantidad de años a través de intereses que pueden ser fijos, variables o mixtos.
¿Cuál es la diferencia entre una tasa fija, variable o mixta para un crédito hipotecario?
A la hora de pedir un crédito hipotecario debes saber que tendrás que pagar intereses, que consisten en cobros adicionales al monto que solicitaste prestado en un principio. Para ello debes tener claridad de cuáles son las diferencias entre una tasa de interés fija, variable o mixta.
- Tasa de interés fija: Ocurre cuando la tasa de interés aplicada al crédito permanece sin ninguna variación a lo largo del plazo pactado. Por ejemplo, si fijas una tasa de interés anual de un 4% en un plazo de 25 años, pagarás ese mismo porcentaje durante todo el pago del crédito.
- Tasa de interés variable: Consiste en que la tasa de interés cambia de acuerdo a un índice de referencia (por ejemplo, Tasa Activa Bancaria) que generalmente varia de forma anual o semestral. De esta manera, el dividendo a pagar cambia a lo largo del desarrollo del crédito hipotecario. Por ejemplo un determinado año la tasa puede ser de un 3% y al año siguiente puede ser de un 3,5%, pero no podrás saber cuál será la tasa de interés en los próximos años.
- Tasa de interés mixta: Es una combinación de las dos primeras, es decir, un crédito hipotecario que tiene una tasa de interés fija para un primer período y después una tasa de interés variable en un segundo periodo.
¿Qué tipo de tasa de interés conviene más para pedir un crédito hipotecario? Ventajas y desventajas
Determinar si una tasa de interés fija, variable o mixta es más conveniente que la otra es algo dífícil, sin embargo, se pueden determinar ventas y desventajas de cada una:
Tasas Fijas
En el caso de las tasas fijas conviene más si quieres asegurar un porcentaje estable de cobro año tras año, de esta manera no tendrás incertidumbre en el costo de tu crédito hipotecario, ya que desde un principio sabrás cuánto dinero terminarás pagando al finalizar el dividendo.
Este caso conviene más cuando la economía está inestable, pero no es recomendable si la tasa de interés está alta y luego en un futuro podría bajar.
Tasas variables
En el caso contrario, para la tasa variable tomas un riesgo mayor. Generalmente en este tipo de créditos los primeros años las tasas de interés son más bajas que en una tasa fija, sin embargo, con los años existe el peligro de que este porcentaje pueda ir subiendo.
El problema es que no puedes saber si aumentará o no, por lo tanto, es imposible determinar si pagarás más o menos dinero que en una tasa fija. Solo se recomienda si tienes expectativas de aumento de ingresos.
Tasas mixtas
Un caso parecido ocurre con la tasa mixta, ya que tienes un porcentaje fijo al principio y luego variable. Este caso es menos riesgoso que una tasa variable, pero más que una fija, por lo que solo puedes saber el monto que pagarás por un determinado periodo de tiempo, mientras que en un futuro el monto será imposible de definir.
Si tienes buen conocimiento del mercado financiero, este crédito te conviene para poder repactar la deuda después de un tiempo.
Pese a que las tasas mixtas y variables pueden tener un costo más bajo en el corto plazo, el Banco Central mencionó en el Informe de Estabilidad Financiera que estas “incrementan la vulnerabilidad de estos deudores, dado que los expone al riesgo de que en el futuro se enfrenten a mayores tasas de interés”.
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