La revista Journal of Parkinson's Disease, que se dedica al estudio de la enfermedad del Parkinson, publicó un inquietante estudio en el que sugiere que un producto químico de uso diario en la limpieza del hogar podría provocar la enfermedad degenerativa, la que generalmente se provoca por herencia o factores ambientales.

¿Qué producto de limpieza podría provocar Parkinson?

Según la revista internacional, que tiene sede en Ámsterdam y oficinas satélite en EE. UU., Alemania y China, el tricloroetileno (TCE) podría provocar Parkinson en la población que tenga contacto con este químico.

¿Qué es el tricloroetileno?

Si bien el tricloroetileno no es un nombre que se nos venga a la cabeza en primera instancia, es un producto químico de uso cotidiano en el mundo que se usa principalmente para la limpieza.

Este es utilizado para quitar pintura, limpiar motores, además de estar presente en algunas toallitas de limpieza, limpiadores de alfombras y manchas. También es usado para descafeinar el café, secar la ropa y en la anestesia.

¿Por qué el tricloroetileno podría provocar Parkinson?

El estudio de la revista extranjera indicó que siete personas desarrollaron Parkinson luego de probablemente haber trabajado con el producto químico o haber estado expuesto a este en el medioambiente.

Esta teoría se viene planteando desde hace más de 50 años, cuando un estudio con ratas confirmó que este químico ingresa con mucha facilidad al cerebro y al tejido corporal. 

A la vez otras investigaciones confirman que produce la pérdida selectiva de células nerviosas que generan dopamina, punto clave que según la ciencia sería la razón de por qué se desarrolla la enfermedad de Parkinson.

El problema es que el tricloroetileno está presente en muchos lugares como sitios de limpieza o áreas industriales, por lo que tiene mucha facilidad de evaporarse y expandirse a casas, colegios y lugares de trabajo. Para peor otros estudios indican que podría provocar cáncer.

¿Se puede eliminar el uso del tricloroetileno?

Los autores de la investigación pidieron que el tricloroetileno sea eliminado del uso cotidiano en la población, algo que de momento no ha ocurrido en el mundo.

Pese a que su uso doméstico ha ido bajando con los años, los científicos advirtieron que “millones (de personas) más se encuentran con la sustancia química sin saberlo a través del aire exterior, las aguas subterráneas contaminadas y la contaminación del aire interior”.

Si no se puede acabar con su uso, los investigadores propusieron que su efecto se puede mitigar a través de sistemas de vapor similares a los que se usan para eliminar el radón, un gas altamente contaminante.