Sigue el proceso de vacunación en Chile que, hasta ahora, cuenta con más de 2,5 millones de personas inmunizadas con la primera dosis, desde su inicio el pasado jueves 24 de diciembre 2020. De ellas, 170 mil ya recibieron las dos inyecciones.

Para llevar a cabo este plan de inoculación, el Instituto de Salud Pública (ISP) le dio el visto bueno, al uso de manera excepcional, a las fórmulas de Pfizer/BioNTech, Sinovac y Oxford/AstraZeneca, sin embargo hasta el momento, solo se utilizan las dos primeras.

Y este uso en paralelo de dos medicinas genera algunas dudas en la población, por eso, en RedGol te contamos algunas similitudes y diferencias entre las vacunas que se utilizan en Chile.

Similitudes y diferencias entre Pfizer/BioNTech, y Sinovac.

Vacuna BNT162b2:

La primera en llegar al país fue la BNT162b2 de Pfizer/BioNTech, con la cual comenzó la inmunización en funcionarios de las distintas Unidades de Pacientes Críticos de Chile.

Esta vacuna está aprobada para mayores de 16 años y requiere del suministro de dos dosis por usuario, separadas por 21 días la primera de la segunda.

Ofrece una inmunidad cercana al 95% y está diseñada por una nueva tecnología llamada ARN mensajero, que se trata de inyectar un pequeño fragmento del código genético del virus, al introducir este segmento al cuerpo, el sistema inmune reconoce el agente externo y comienza a atacarlo.

Su gran inconveniente es el almacenamiento, que debe cumplir con una cadena de frío de -70 °C.

Vacuna CoronaVac:

Con la llegada de la CoronaVac perteneciente al laboratorio chino Sinovac, se inició el proceso de vacunación masiva en Chile, los primeros en recibirla fueron adultos mayores de 90 años y funcionarios de: la salud, Sename, Eleam y residencias sanitarias.

En primera instancia su aprobación fue para personas entre los 18 y 59 años, aunque finalmente se consintió su uso para adultos de todas las edades.

Al igual que la BNT162b2, esta vacuna requiere la administración de dos dosis, pero con 28 días de diferencia entre una y otra.

En cuanto a su efectividad, llega al 100% en casos críticos que requieren hospitalización y sobre el 78% para casos con síntomas leves y moderados. Esto quiere decir que en caso de contraer Covid-19 tras recibir la vacuna, se puede tener completa seguridad que solo será una enfermedad leve.

Su diseño es el clásico: la inyección del virus completamente inactivado. De esta manera, el sistema inmune asocia el virus y genera anticuerpos.

Tiene la ventaja que no requiere cadena de frío y se puede almacenar entre los 2 °C y los 8 °C.