Miles de jóvenes protestaron en Irán por cuarto día consecutivo, en rebelión contra las fuerzas de seguridad, por el asesinato a Mahsa Amini, quien falleció el pasado viernes producto de un infarto y coma sufrido el martes, luego de ser apresada por la “Policía de la Moral”, al no llevar bien puesto el velo, prenda obligatoria para las mujeres en ese país.

Así, las protestas se han extendido por todo el país, incluyendo varias universidades de Teherán, lugar donde asesinaron a la víctima y también algunas ciudades de la provincia de Kurdistán, zona de donde era oriunda la joven de 22 años.

Ante la ola de manifestaciones, las fuerzas de seguridad dispersaron las protestas con gases lacrimógenos. Producto de los altercados se mantienen decenas de personas detenidas, según aseguran medios locales.

Todo comenzó el pasado martes en Teherán, lugar donde se encontraba de visita Mahsa Amini, quien fue detenida por no llevar bien puesto el velo, siendo trasladada a una comisaría local a “una hora de reeducación”. Tras esto, horas más tarde fue ingresada en coma al Hospital Kasra tras sufrir un ataque al corazón.

De acuerdo a las declaraciones de la policía, la víctima “sufrió repentinamente un problema del corazón” y más tarde publicó un video en el que se ve a la supuesta joven cayendo al suelo mientras hablaba con un agente de la comisaría.

Los padres de la mujer negaron rotundamente que Amini sufriera de alguna enfermedad o problemas cardíacos, versión opuesta a la publicada por medios oficiales iraníes.

Tras los hechos, el Presidente de Irán, Ebrahim Raisí, ordenó una investigación para aclarar lo sucedido. Cabe recalcar que en los últimos meses el gobierno ultra conservador de Raisí aumentó la presión para que las mujeres cumplan con las reglas de comportamiento social, incluyendo las normas de vestimentas.

El velo es una prenda obligatoria en Irán de 1979 liderada por el líder religioso Ruholá Jomeiní, quien declaró la obligatoriedad de uso, ya que, sin el velo, las mujeres estaban “desnudas”.