Las muertes por problemas cardiovasculares tales como accidentes cerebrovasculares, insuficiencias cardíacas y arritmias, aumentan considerablemente por la crisis climática y las olas de frío o calor extremo. De acuerdo a la investigación, por cada 1.000 muertes por cardiopatías, los días de calor extremo se registraron 2,2 muertes adicionales; mientras que en los días de frío extremo se consignaban 9,1 muertes adicionales.

Según la investigación publicada en la revista “Circulation”, de la Asociación Americana del Corazón, la mayor cantidad de muertes adicionales en días de temperaturas extremas, fue producto de insuficiencias cardíacas, que provocó 2,6 muertes adicionales en días de calor extremo y 12,8 en jornadas de frío extremo.

En días de frío extremo, las patologías que más afectadas se ven son personas con enfermedad isquémica del corazón (11,7 muertes adicionales), más atrás se encuentra accidente cerebrovascular (11), arritmia cardíaca (9,8) e insuficiencia cardíaca (8,3).

En contraparte, en los días de calor extremo, las afecciones que más impacto tienen ante la temperatura extrema son ictus (3,6), enfermedad isquémica al corazón e insuficiencia cardíaca (3,5 muertes adicionales en ambos casos) y arritmia cardíaca (0,1).

De acuerdo al coautor del estudio e investigador de la Universidad de Maryland, Haitham Khraishah, “Una de cada 100 muertes cardiovasculares puede atribuirse a los días de temperaturas extremas, y los efectos de la temperatura fueron más pronunciados cuando se analizaron las muertes por insuficiencia cardiaca”.

Para llevar a cabo la investigación, los científicos analizaron de qué manera las temperaturas pueden afectas a las cardiopatías, que representan la principal causa de muertes en el mundo. Para ello, estudiaron datos de 32 millones de muertes por afecciones cardiovasculares ocurridas en 567 ciudades de 27 países, entre 1979 y 2019.

La investigación comparó las muertes cardiovasculares en el 2,5% de los días más calurosos y fríos de cada una de las 567 ciudades, contrastándolas con las muertes por cardiopatías en días con temperatura óptima dentro de la misma ciudad.

El estudio además recuerda que, a partir de la década de 1960 en adelante, las tasas de fallecimiento por afecciones cardiovasculares se redujeron considerablemente gracias a que se logró identificar y combatir factores de riesgo individual, tales como el tabaco, la inactividad física, la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial, entre otros factores de riesgo. Escenario que ahora cambió rotundamente por la crisis climática que provoca temperaturas extremas.

Ahora, el reto es el medio ambiente y lo que el cambio climático puede depararnos”, sostiene el investigador de la Universidad de Harvard y coautor de la investigación, Barrak Alahmad.