Las acusaciones del diputado de extrema derecha Gonzalo de la Carrera en contra del Servicio Electoral por un posible fraude en el Plebiscito de Salida, fijado para el domingo 4 de septiembre, provocaron un remezón en el ambiente político.
El controvertido parlamentario, quien hoy es independiente luego de haber sido militante de Evópoli y del Partido Republicano, tuiteó un ofensivo mensaje diciendo que el "Apruebo y el Servel" están "haciendo puerta a puerta", con una foto de un cementerio, en referencia a la presencia de Detenidos Desaparecidos y personas que ya fallecieron en el padrón electoral, tema que ya fue aclarado por el Servel. Además, en un video, el diputado llama a militantes del Rechazo a inscribirse como apoderados porque "no podemos confiar en el Servel" y "sabemos que la enorme maquinaria del gobierno va a hacer todo lo posible para robarse esta elección".
Incluso, el Presidente del consejo directivo del Servel, Andrés Tagle, anunció que estudian acciones legales contra el diputado por las acusaciones.
La directora ejecutiva de Chile Transparente, María Jaraquemada., en diálogo con RedNews de Redgol, fue enfática en decir que "son ataques infundados. El Servel ya salió a explicar las razones de porque pueden aparecer, en casos muy muy excepcionales, alguna persona fallecida en el padrón. Es bueno que haya transparencia, pero creo que, en ningún caso, da la base para que se puedan instalar estos rumores".

La directora ejecutiva de Chile Transparente, María Jaraquemada. (AGENCIA UNO)

La directora ejecutiva de Chile Transparente, María Jaraquemada. (AGENCIA UNO)

Jaraquemada agregó que "los diputados y las diputadas tienen todo el derecho y las facultades para pedir transaparencia, aunque, en rigor, ellos igual fiscalizan los actos de gobierno y el Servel no es del Gobierno. Pero tienen todos los derechos, las facultades para pedir la transparencia y procurar que, en el futuro, se mantenga esta fe de porque estos procesos son tan transparentes y tan confiables. Pero es distinto a instalar esta percepción de fraude, que ya hemos visto lo que ha pasado en Estados Unidos; en México, que es una estrategia que ha utilizado el presidente actual de atacar al sistema electoral; y lo mismo que está ocurriendo en Brasil. Vimos las consecuencias que tuvo en Estados Unidos, con el asalto al Capitolio. Por lo tanto, creo que eso debería ser totalmente criticable y repudiado, por así decirlo, por todas las personas que creemos que hay que cuidar las instituciones y, especialmente, un Servicio Electoral que nunca nos ha dado alguna sospecha, ni la más mínima, de que, efectivamente, los procesos no se lleven bien.

-En ese sentido, ¿cómo evaluaría el trabajo del Servel?

El trabajo del Servel es organizar las elecciones. El Servel no establece quiénes son los vocales, no cuenta los votos sino que sistematiza la información, así como tampoco califica las elecciones. El trabajo que hace el Servel es, como ellos mismos dicen, organizar la fiesta, y yo creo que lo hace tremendamente bien. Siempre hay pasos para mejorar, como ahora que se avanzó por ley en el tema de acercar a los votantes a sus domicilios, pero el objetivo que es que tengamos elecciones transparentes, confiables, efectivas, eficientes, seguras y con resultados rápidos lo cumple en un 100%. Entonces, yo creo que, con más razón, me parecen totalmente injustas estas alegaciones y esta teoría del fraude que se tratan de instalar.

-Se están viendo muchas "fake news" en la campaña del Plebiscito. ¿Cómo calificaría tal situación?

Lamentablemente, es algo que estamos viendo en todo el mundo y no solo en Chile. Mientras más polarizados son los procesos, más se utiliza este lamentable recurso. Creo que deberíamos avanzar en, efectivamente, intentar primero que los medios y la ciudadanía hagan responsables a quienes las emiten, pero también creo que los partidos políticos podrían colaborar en esto, estableciendo sanciones éticas, no estamos hablando de sanciones de cárcel, pero sí que haya un reproche moral y ético a quienes utilizan estos recursos para tratar de ganar. El fin no justifica los medios y, al final, tenemos que cuidar la democracia porque por ganar una elección en el corto plazo, podemos pasar a llevar las instituciones y el sistema democrático, y eso es extremadamente peligroso.