La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió al régimen talibán que adopte medidas de gobernanza respetuosas con los derechos humanos y que trabajen en restablecer la cohesión social y la reconciliación.

En el Consejo de Derechos Humanos, la expresidenta reconoció haber recibido informes “desgarradores y creíbles” sobre el impacto de las violaciones de los derecho humanos en la sociedad civil afgana.

Según Bachelet, muchos de estos abusos ocurren en zonas de control talibán e incluyen ejecuciones; restricciones a los derechos de las mujeres como el derecho a circular libremente y de las niñas a asistir a la escuela; y represión a protestas pacíficas.

Los informes también señalan que dentro de los abusos se encuentra el reclutamiento de niños soldados por parte de los talibanes.

“Muchas personas temen ahora las represalias de los talibanes contra quienes colaboran con el gobierno o con la comunidad internacional, contra quienes han trabajado para promover los derechos humanos y la justicia, o contra quienes, sencillamente, consideran que su estilo de vida y sus opiniones son contrarios a la ideología talibán”, expuso la Alta Comisionada.

Al tomar el control de Kabul, el régimen Talibán anunció que respetarán el derecho de las mujeres dentro de la interpretación a la ley islámica, algo que hasta hoy no se ha dado y por lo mismo Bachelet hizo un llamado a cumplir con la palabra.

“Al hacerse con el control efectivo de gran parte del país, deben garantizar el respeto permanente de los compromisos internacionales en materia de derechos humanos, así como asegurar la prestación continua, e incluso reforzada, de servicios públicos esenciales, sin discriminación, para todos”, alertó.

Añadió que “el derecho internacional de los derechos humanos es inmutable. El disfrute de los derechos humanos no está sujeto a cambios en el control del territorio o de la autoridad de facto”, concluyó la representante de la ONU.