La Roja cayó de forma humillante frente a Bolivia y quedó muy mal posicionada en las Eliminatorias al Mundial 2026, donde suma apenas cinco puntos y se mantiene penúltima. El equipo nacional fue un espanto y solo encontró un gol cuando Carlos Lampe se lesionó y se fue al piso.
Aunque Ricardo Gareca no quiso catalogar la derrota como “vergonzosa”, lo cierto es que los ánimos del plantel chileno quedaron por el suelo. “Es doloroso, difícil. Era un partido que teníamos que ganar, teníamos la obligación, y nos tocó perder”, contaba Carlos Palacios apenas terminaba el encuentro.
Y el difícil momento llevó al plantel a hacer algo que no suele verse: en vez de pasar por la zona mixta y conversar con los medios que los esperaban, los jugadores se saltaron esta parte y salieron escondidos. Tomaron una salida alternativa para no hablar ni dar explicaciones.
Los únicos que no recibieron las instrucciones de que debían salir arrancando para evitar conversar con la prensa fueron Ben Brereton, quien se retiró notablemente triste luego de que Ricardo Gareca lo sacara del partido a los 35′, Carlos Palacios y Mauricio Isla.
El único que dio la cara en la Roja: Mauricio Isla
El encargado de poner la cara por el plantel fue Mauricio Isla, el capitán de la Roja, quien fue el único en entregar declaraciones en la zona mixta. Luego de una breve conversación con los medios, el defensor volvió al camarín y después se fue escondido con el resto de los seleccionados.
“Es una derrota muy penosa para nosotros. Tenemos que pensar claramente en el rendimiento de cada uno, cada rendimiento del equipo, qué nos está faltando, qué nos está pasando. Son puntos penosos porque son rivales que están ahí con nosotros. Cada vez perdemos más puntos y eso nos duele un poco”, dijo.
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