El Sudamericano Sub 20 de Colombia cerrará su segunda jornada este viernes, cuando Chile y Ecuador se encuentren en el estadio Deportivo Cali desde las 21:30 horas. Pero además del público, habrá un colombiano célebre en el Coloso de Palmaseca. Se trata del árbitro Carlos Arturo Ortega, designado para dirigir el debut de la Roja de Patricio Ormazábal.

Y no es cualquier elegido. Se trata de uno de los jueces más promisorios del país, que poco a poco se hace camino con un loable objetivo: guardar la memoria de su tío, también árbitro profesional, que fue asesinado por la mafia de las apuestas vinculadas con el narcotráfico a fines de la década de los 90.

"Decidí ser árbitro para homenajear la memoria de mi tío, Álvaro Ortega. Nunca me dio miedo por lo que le ocurrió y mis padres tampoco lo vieron de esa manera. Ellos estuvieron de acuerdo en que me convirtiera en lo que soy", explicaba el contador auditor de oficio en 2013 al diario El Heraldo de Barranquilla.

Chile debuta esta noche en el Sudamericano Sub 20 de Colombia, con presencia estelar de Darío Osorio

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La increíble historia del árbitro Carlos Ortega
 

Aunque Carlos Arturo Ortega dice que nunca se propuso ser árbitro profesional, las reglas del fútbol corrían por sus venas. Su padre, Carlos El Negro Ortega, también fue árbitro y asistente profesional, pero tuvo que retirarse anticipadamente tras una lesión que se produjo por el encontrón con un policía.

Más cruel fue el destino de su hermano Álvaro, asesinado por el Cartel de Medellín en 1989, tres semanas después de anular el empate de Independiente de Medellín ante América de Cali. Pablo Escobar no permitía ese tipo de cosas en el fútbol y ordenó su asesinato en una posterior visita del asistente a Medellín.

Le pidieron a Álvaro Ortega que no fuera esa noche al Atanasio Girardot y que renunciara al gafete de árbitro profesional, pero no quiso. En cambio, por la noche se le acercó un sicario a bordo de un automóvil, y descargó nueve tiros contra el réferi. Pese al esfuerzo de su colega Jesús Díaz, que lo cargó casi tres kilómetros a un hospital, falleció.

Su memoria estará hoy con Carlos Arturo Ortega en el Sudamericano Sub 20. "Pienso que son designios de Dios, nunca pensé en ser árbitro a pesar de que convivía con ellos, pero Dios me fue mostrando el camino y cuando inicié, lo hice con el propósito de que recordaran el nombre de mi tío Álvaro, porque el fútbol lo había olvidado", sentenció.