Apenas había aprendido a caminar cuando David Valenzuela descubrió la pasión que marcaría su vida: la bicicleta. Mientras la mayoría de los niños pateaba una pelota, él ya sudaba sobre dos ruedas. Hoy, con solo diez años, el estudiante del Colegio Mayor de Peñalolén es tricampeón nacional de BMX Race en su categoría y se prepara para su próximo gran desafío: representar a Chile en la tercera y cuarta fecha del Campeonato Latinoamericano de BMX 2025, que se disputarán en Córdoba, Argentina.
David no recuerda su vida sin una bicicleta cerca. “Desde que me regalaron la primera, a los tres años, no quise bajarme nunca más”, comenta entre risas. Su primer título llegó un año después, al ganar el Campeonato Metropolitano Infantil de BMX, una disciplina exigente que combina explosividad, técnica y coraje en circuitos de tierra con saltos y curvas pronunciadas.
El BMX Race —rama del ciclismo olímpico desde 2008— es un deporte que exige reflejos fulminantes y una coordinación milimétrica. Las pruebas se disputan en circuitos de 400 metros, con ocho corredores compitiendo a la vez en pistas vertiginosas y repletas de saltos. En ese escenario, David ha sobresalido por su temple y destreza. “Tiene un talento natural, pero, sobre todo, es muy trabajador. Nunca se conforma; siempre busca superarse”, destaca Ingrid Pérez, su madre y principal impulsora durante estos años de competencia.
La historia de David
Juan Valenzuela, su padre, comparte el orgullo: “Es muy dedicado y responsable, siempre preocupado de cumplir con todo. Lo que hace es admirable para su edad”.
David entrena de lunes a sábado: tres días en pista y tres en gimnasio. “Ya me acostumbré, entreno igual con frío, calor o lluvia. Lo hago feliz, porque es lo que más me gusta”, dice, sin descuidar su vida escolar. “Me gusta estudiar, aunque disfruto más cuando hay clases de deporte o puedo andar en bicicleta después”, confiesa. Su madre destaca el respaldo del colegio: “Sin ese apoyo sería muy difícil que pudiera seguir entrenando. La comunidad escolar siempre ha estado comprometida con su desarrollo”.
Su rutina incluye entrenamientos con el club All Black Chile, bajo la dirección de Felipe Godoy, y sesiones regulares con Promesas Chile, guiadas por su otra entrenadora, Rosario Aguilera. También cuenta con el respaldo de ProRide Academy, que lo equipa para la competencia, y con el apoyo de la Municipalidad de Peñalolén, que le brinda sesiones mensuales de psicología deportiva y asesoría nutricional, claves para fortalecer su rendimiento y bienestar.
El próximo gran reto para David será en Córdoba, donde buscará revancha tras finalizar cuarto en las dos primeras fechas del Latinoamericano, disputadas durante abril en Chillán. “Había mucho nivel y me faltó un poco en la salida”, reconoce. “Pero he entrenado mucho y quiero estar entre los tres primeros”.
Su madre pone paños fríos. “No queremos presionarlo. Lo importante es que disfrute, que siga aprendiendo y creciendo como persona y deportista. Todo lo que ha logrado hasta ahora ya es un orgullo para nosotros”.
“Aunque me dicen que lo trate de pasar bien, yo sé que me debo tomar en serio esto”, interviene David, antes de proyectar su anhelo. “Me gustaría ser campeón del mundo, me tengo fe. También llegar a competir a los Juegos Olímpicos. Entreno todos los días para conseguirlo alguna vez”, termina él.
