Cada día que pasa más eventos deportivos están siendo modificados para evitar grandes aglomeraciones de personas e impedir nuevos contagios de coronavirus. En ese contexto, a pesar de que, en un principio la Federación de Tenis de Estados Unidos (USTA) se mostró contrario a esta idea, hoy es una opción real de que el US Open se juegue a puertas cerradas.

Lew Sherr, Oficial de Ingresos del USTA, en conversación con el portal Sports Business Daily, mencionó que “hace dos meses no parecía que se pudiera organizar el Abierto de Estados Unidos sin fanáticos”, torneo programado para el 13 de agosto hasta el 13 de septiembre.

A medida que hemos ido avanzando, he llegado a reconocer el logro que sería jugar, y considerar que nuestros fanáticos se están perdiendo el juego y que estarían emocionados de ver la competencia”, agregó.

En la misma línea, complementó que “necesitamos pensarlo de una manera diferente. Es un evento diferente. Se transmitiría de manera diferente, se consumiría de manera diferente, no sería solo jugar el US Open como lo conocemos con asientos vacíos”.

Al ser consultado si los auspiciadores están de acuerdo con jugar sin público, expresó que “hay que considerar que tenemos 850 mil personas que asisten a este evento, pero también hay cientos de millones de fanáticos que ven el US Open alrededor del mundo y que nunca pondrán un pie en el recinto”, sentenció.