A Catalina García le cambió radicalmente la vida. Desde ahora pocos la conocerán por ese nombre sino por el de su personaje en la lucha libre: Jessy, la Diva del Ring, quien se convirtió en la primera chilena en firmar un contrato con la WWE, la empresa más grande de la industria.

En un día normal junto a su familia recibió el correo que le cambió la vida y solo cayó en cuenta cuando aterrizó en Florida. “Estaba ya contratada en la mejor empresa de la lucha libre”, comentó en una entrevista realizada por Hoy x Hoy.

Contó su historia de cómo llegó a la disciplina. “Un día vi a TrishStratus (exluchadora de WWE), era una Barbie. Vi más luchas de ella y desde ahí le dije a mi familia que me quería dedicar esto”, explicó. Fue a los 13 años que empezó a entrenarse.

En el medio se topó con trabas tanto deportivas como de otra índole. “Me decían puro comentarios machistas y en el colegio me miraban como la niña rara”. Además, sufrió una dura lesión a los 15: “mis piernas cayeron sobre mí, no sentía mis piernas, no podía caminar. Estuve asustada un mes sin moverme, me dijeron que todo se acabó para mí”, añadió.

Pero hoy, Jessy vive su sueño y se codea con sus ídolos. “No sabía qué hacer cuando conocí a Triple H, es igual a como se ve en la televisión. Quiero demostrar que la lucha libre chilena es buena y que Latinoamérica tiene buenos atletas”.