Rio Ferdinand quería convertirse en boxeador profesional, pero tras varios meses de trabajo se terminó el sueño. El inglés anunció que colgará los guantes tras la negativa de la junta de Control de Boxeo Británica de estudiar su caso y darle una prueba.
“Después de haber estado entrenando 4 o 5 veces a la semana desde que anuncié el objetivo de obtener una licencia de boxeo profesional y me metí en el cuadrilátero, me duele mucho colgar mis guantes. A pesar de que nunca me he sentido mejor físicamente o mentalmente, después de notificar a la Junta de Control de Boxeo Británica mi intención de solicitar una licencia, he recibido confirmación de que no revisarían mi solicitud en este momento”, manifestó por Instagram.
Y agregó que “decir que estoy decepcionado por esta decisión es insatisfactoria. No se me ha dado la oportunidad de demostrar mi habilidad a través de la evaluación estándar otorgada a otros”.