La décima jornada del Grand National Cross Country fue de un sabor amargo para Benjamín Herrera que terminó en el octavo puesto, en una de las carreras más complicadas de lo que va de año. 

El piloto chileno pasó por problemas en su moto desde el inicio de la carrera, y que le impidieron correr bien y marcar un tiempo para entrar al podio.

Así las cosas, peleó hasta el final y finalizó en un octavo, pero meritorio, lugar, en circustancias donde abandonar la carrera era una opción. 

La jornada que se disputó en Sunday Creek, en Ohio, fue para el estadounidense Jonathan Girroir que consigue su tercera victoria al hilo con un tiempo de 3:20´09´´420, detrás del neozelandés Liam Draper con con 3:22’52”840.

Pese a los problemas técnicos que experimentó el chileno, pudo completar la carrera con un tiempo de 3:26’47”750.

“En cuanto pude partir, empecé a remontar y remontar posiciones. Sin embargo, la moto comenzó con fallas técnicas: se apagaba el computador, lo reiniciaba y se volvía a pagar, y así durante toda la carrera. Es una suerte haber terminado octavo, estasinstancias son muy competitivas y el más  mínimo error afecta enormemente en los resultados”, comentó el piloto nacional.

A falta de tres fechas para finalizar el Grand National Cross Country, el tres veces campeón del Red Bull Los Andes continuará entrenando para una nueva fecha que está programada para dos semanas más. 

Entremedio, Benjamín Herrera competirá este fin de semana en una carrera local para sumar minutos de pista para llegar en óptimas condiciones del GNCCC.