La imagen ganadora y siempre canchera de Conor McGregor sufrió un severo cambio luego de que decidiera volver a competir en la Ultimate Fighting Championship (UFC) y terminara duramente golpeado por el norteamericano Dustin Poirier.

El combate que se vivió la noche de este sábado terminó muy mal para el irlandés y por primera vez en su carrera le tocó morder la lona (en el segundo asalto) y perder por un contundente nocaut que según los expertos, pone en riesgo su continuidad, algo que igualmente el propio luchador rechazó de plano.

Poirier se tomó revancha por el nocaut que le propinó McGregor en 2014 e invitó rápidamente a una nueva pelea a McGregor luego de proclamarse en forma justa como el nuevo campeón.

“Es difícil superar la inactividad. Las legs kicks fueron muy buenas. La pierna se durmió. No estuve tan cómodo como necesitaba”, aseguró el irlandés una vez finalizado el combate haciendo referencia, o mejor dicho, argumentando que la inactividad le pasó la cuenta a la hora de pelear. Aunque reconoció que “Dustin es un gran peleador”.

Pese a que los expertos ponen en duda la continuidad de McGregor en la UFC, el mismo se encargó de aclarar su futuro.

“Es difícil de aceptar y tengo que dejar esto atrás. Voy a volver porque es lo que he hecho siempre. Volveré necesito actividad”, cerró.