El anuncio de la Conmebol de que la Copa Libertadores se definirá en un partido que jugarán River Plate y Boca Juniors el próximo domingo 9 de diciembre en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid supone un cambio histórico para la instancia que arroja al campeón del continente.

Pero si los románticos ya se sentían pasados a llevar, lo de Santiago de Chile es tragicómico. El Estadio Nacional fue elegido por la Conmebol como el escenario de la primera Final Única de la Copa Conmebol Libertadores de 2019. Es decir, la capital haría historia al acoger la primera definición “estilo UEFA” para el certamen continental.

Sin embargo, en los hechos será Madrid. Y las razones están a la vista. La Conmebol anunció que podrá haber hinchas de ambos equipos, pese a que la localía le correspondía a River Plate; y no se jugará en el país de ninguno de los finalistas, es decir en campo neutral.

Y lo más importante. Al sacar de los registros el gol de visita como mecanismo de definición, los dos equipos comenzarán en igualdad absoluta, lo que le quita todo valor al encuentro de ida en La Bombonera y acapara precisamente todos los ingredientes que iban a ser de Santiago el lugar de la “primera final”.

En definitiva, ganaron la violencia y los euros. Y para Santiago, la vara altísima de tener que organizar un evento con el Santiago Bernabeú como antecedente. No les deseamos mal: pero ojalá que el partido esté malo.

Fotos: Agencia Uno