La selección de [[Francia]] volvió a ponerse en ventaja en la final del Mundial de Rusia, esta vez gracias a un discutido lanzamiento penal que convirtió Antoine Griezmann luego de que el árbitro y el VAR validaran como mano un roce del balón con Ivan Perisic, que generó una gran chifladera en el estadio.
Si bien el jugador croata tenía el brazo despegado del cuerpo, la extremidad no estaba bajo control y se ve desfavorecida por un roce anterior del balón con la cabeza de un delantero francés. La pelota golpea la mano, pero no hay intención de ocupar espacio, una sanción muy fina que después de tres minutos dio el juez Néstor Pitana.
Fotos: Agencia Uno
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