La selección argentina de fútbol fue eliminada en cuartos de final de los Juegos Olímpicos de París 2024. Fue derrota por 1-0 contra la anfitriona Francia en Bordeaux y tras el pitazo final la Albiceleste protagonizó un nuevo escándalo, protagonizando una batalla campal con galos sobre el terreno de juego.
Tras los incidentes, más que apaciguar las aguas, el defensa y capitán del equipo dirigido por Javier Mascherano, Nicolás Otamendi, siguió ofreciendo combos en conversación con TyC Sports.
“Me da mucha bronca que los jugadores… Pueden festejar, gozar lo que quieras, pero después ir hacia donde está nuestra gente, hinchas y familiares, y festejarles ahí a ellos, no se debe”, dijo el jugador de 36 años de los registros del Benfica.
Agregó que “había uno que ni sé cómo se llama. Balde, Bade (Loic Bade, defensas del Sevilla)… Si tiene ganas de festejar que venga donde estamos nosotros y lo resolvemos ahí. O hablamos lo que tengamos que hablar. Me da bronca que les festejen a chicos y familiares”.
Más bronca, pero orgullo de su equipo
“Pero con la cabeza en alto porque intentamos hasta el final y la pelota no quiso entrar. Uno de los franceses (Enzo Millot) fue a festejar a nuestro banco de suplentes”, complementó.
Otamendí añade que “yo no entendía bien qué había pasado, pero después me doy cuenta de que fue ahí. Una cosa es festejar dentro del campo, con tu gente, lo que vos quieras. Pero eso no me gusta. Pero va en cada uno”.
Respecto al camarín argentino, Otamendo manifestó que “voy a hablar por este grupo de chicos que da admiración por la respuesta durante todo el partido, variedad de jugadores, lo que son como personas, cómo se entrenan, cómo lo viven. Al final les dije que así se representa a la selección argentina, queriendo e intentando hasta lo último. La pelota no quiso entrar, pero hicimos más que suficiente para obtener el pasaje”.
Sentenció que “cuando terminó el partido les dije a los pibes que estaba orgulloso de todos. Así se representa a la Selección Argentina. Así uno intenta estar, y van a tener muchas oportunidades. No es fácil ponerse la camiseta y rendir. Hubo chicos que no les pesó la camiseta, se sacrificaron durante todo el proceso, la copa. Orgullo y contento por la calidad humana”.