Real Madrid goleó al Athletic club con triplete de Karim Benzema por la fecha 33 del fútbol español,  en su afán de asegurar puesto para la próxima Champions League. Más allá del resultado, el duelo ratifica que el club merengue ya no es sitio para Gareth Bale.

El galés nuevamente fue suplente y Zinedine Zidane lo envió al campo recién a los 70 minutos. Para peor, cada vez que tocó el balón una parte importante del Santiago Bernabéu le dedicó pifias y silbidos.

“Zidane y el Bernabéu ya se lo han dejado claro a Bale. El galés recibe claros signos de que se tiene que marchar del Real Madrid”, sostuvo Diario Marca.

Sentenciaron que “si Bale tenía alguna duda sobre su futuro, si tenía pensado quedarse, pelear el año que viene por un puesto o intentar convencer a Zidane, la respuesta ha sido clara. El técnico no le da bola y el público le silba cada vez que toca el balón. La única señal que le falta por recibir a Bale es la del club, cuando el dedo acusador señale a la puerta de salida”.

Así las cosas, ya poco importa el doble de Bale en la última final de la Champions League al Liverpool, con chilenita incluida, y que a la postre le dio el título continental a los merengues. El Real Madrid quiere al galés fuera de la Casa Blanca.