Una jugada de la goleada del AC Milan contra la Juventus quedó para la posteridad. El marcador estaba parcialmente 3-2 para los locales y la Vecchia Signora buscaba el empate. Douglas Costa entró al área y sacó aplausos al pasar con calidad entre Andrea Conti y Simon Kjaer.
Alessio Romagnoli llevó a apagar el incendio y despejó, para mala fortuna de Kjaer, que recibió de lleno el pelotazo en la cara. El impacto lo tiró al suelo grogui.
El danés logró levantarse, pero por varios minutos evidenció mareo. Finalmente se recuperó para terminar del jugar el partido, pero de seguro pasarán varios días antes que pueda olvidar el pelotazo que casi le vuela la nariz.