Karim Benzema estuvo cerca de fichar por Barcelona en 2008. El francés era prioridad para cuadro culé en el debut de Pep Guardiola al mando del equipo, pero el club catalán desestimó el fichaje del delantero por curiosos motivos.

Txiki Begisristain, secretario técnico del Barcelona por esos tiempos, fue el encargado de llevar las operaciones del traspaso y se pensó que todo estaba listo. El dirigente viajó a Lyon para conversar cara a cara con el futbolista y también conocer más de su vida. Los informes de rendimiento eran muy buenos y era cosa de tiempo la contratación.

Pero todo cambió luego de esa visita, ya que a Begisristain no le gustaron los amigos de Benzema y la forma en que este se relacionó con él. Decidieron no ficharlo porque el delantero no lo miraba a los ojos cuando conversaban y también por sus amistades, que lo pondrían en un gran problema de adaptación al club.

Barcelona decidió fichar a Zlatan Ibrahimovic y Karim Benzema terminó en el Real  Madrid, donde es toda una estrella y donde ha levantado cuatro Champions League.