Este martes el PSGse clasificó a las semifinales de la Champions League, pese a caer en la vuelta por 1-0 ante el Bayern Munich en París.

El objetivo de Neymar y compañía es claro. No quieren que se les vuelva a escapar la posibilidad de quedarse con la corona, y el duelo ante los bávaros, actual campeón, era una valla importante.

La emoción en los jugadores era evidente, los abrazos se multiplicaron, y hubo hasta espacio para las locuras. Primero, Neymar y Di María festejaron en un móvil televisivo, y luego trasladaron el regocijo al camarín.

Hasta el propio Nasser Al-Khelaïfi (dueño de PSG) bajó para abrazar a cada uno de los jugadores, mientras ellos emitían cánticos y se felicitaban.

Al final, Mbappé y sus compañeros terminaron saltando arriba de una mesa, al mismo tiempo que los otros futbolistas cantaban.