Lionel Messi llegó a los 13 años del Barcelona. Hizo toda su vida en esa ciudad y con esa camiseta, por lo que despedirse de todo ese afecto no es fácil ni para él, ni para nadie que ame esos colores.

Por eso el pararse ante un micrófono donde lo estaban esperando su familia, sus compañeros de camarín y el mundo entero que estaba pegado al televisor, no era algo fácil para la Pulga.

Apenas apareció en el auditorium de la Ciudad Deportiva del Barça vestido impecablemente de traje, Messi no pudo contener las lágrimas, se quebró completamente y tuvo que salir en su ayuda su mujer Antonella Roccuzzo que estaba en primera línea junto a sus hijos acompañando al astro en ese tan importante momento.

Messi lloró, y lo hizo de forma sincera, asumiendo que a diferencia de lo ocurrido el año pasado, esta vez sí quería quedarse en el Barcelona, estaba seguro que había más cosas porque pelear y todo ese caudal de emociones terminó con el argentino abatido y reconociendo que es su peor momento en el fútbol.

Las lágrimas de la Pulga calaron fuerte entre sus compañeros presentes en la sala, mostrando a un Piqué afectado junto a dos grandes leyendas del Barcelona que fueron también colegas del trasandino como Carles Puyol y Xavi.

El momento triste de Messi ya está en todas las portadas del mundo y fue el propio Messi el que explicó el porqué de ellas: “No sé si voy a poder hablar. En estos días, estuve pensando y dándole vueltas a ver qué podía decir. La verdad es que no me salía nada, estaba bloqueado.Es muy difícil esto para mí,después de tantos años y hacer mi vida acá. No estaba preparado. El año pasado, con el burofax, sí estaba convencido, pero este año estaba convencido de seguir acá, de seguir en nuestra casa, que era lo que más queríamos”.

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