Lazio avanzó a la final de la Copa Italia este pasado miércoles tras vencer por 0-1 como visita al AC Milan en el duelo de revancha. Eso en la cancha, pues fuera del césped el protagonismo también fue, lamentablemente, de los hinchas capitalinos.

Un grupo de 30 personas se apostó en la Piazzale Loreto de Milán con los rostros cubiertos y una pancarta: “honor a Benito Mussolini”. Además realizaron otras consignas y el saludo fascista.

La prensa local consignó que entre el grupo se pudo identificar las siglas “IRR”, que ocupan los Irriducibili, la facción principal de la barra de la Lazio y reconocida abiertamente de extrema derecha.

Y todo tiene un contexto: este jueves 25 de abril Italia celebra el Día de la Liberación, que conmemora la victoria de la Resistencia Partisana, la rendición del ejército nazi y el fin de la ocupación alemana en La Bota.

Tras su captura y muerte a manos de los partisanos antifascistas, el cadáver de Mussolini fue colgado de los pies y exhibido a la multitud en la Plaza de Loreto.

“Lazio se desmarca claramente de los comportamientos y las manifestaciones que no se corresponden en ningún caso a los valores del deporte que promueve y apoya este club desde hace 119 años”, manifestó la el club en un comunicado tras el duelo.

Por su parte, el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, anunció que la policía investigará los hechos y manifestó que la ciudad siempre se ha caracterizado por ser “profundamente antifascista”.

Incluso los hechos llegaron a las altas esferas del Gobierno Italiano: “ninguna tolerancia para ninguna forma de violencia, física o verbal. Doy las gracias a las fuerzas del orden, que siguen la situación atentamente. El fútbol debe ser un momento de fiesta y de encuentro, no de pelea y enfrentamiento”, sentenció el ministro del Interior, Matteo Salvini.