"Albañiles del fútbol, constructores de paredes". Eso hubiese dicho Pedro Carcuro si le hubiera tocado relatar el partido de Inglaterra con Alemania, por los octavos de final de la Euro.
El partido estuvo siempre muy parejo en Wembley, aunque el cuadro local tenía una leve ventaja, debido a que llegaba con más riesgo al arco que defendía de gran manera Manuel Neuer.
Pero el marcador se iba a abrir muy tarde, recién en los 75 minutos, cuando Raheem Sterling definió con clase dentro del área chica, simplemente empujando el balón.
Los ingleses se transformaron en unos constructores de paredes, porque tocaron de primera y con movimientos de gran calidad permitieron que el hombre de Manchester City abriera la cuenta.
Luego fue el turno de Harry Kane, quen en los 86 minutos marcó el segundo tanto, para dejar a los ingleses en cuartos.
