No gustó para nada en la selección de Argentina el arbitraje del ecuatoriano Roddy Zambrano, quien no cobró un claro penal en contra de Nicolás Otamendi, y donde tampoco recurrió al VAR para ver si fue infracción.
El encargado de expresar el disgusto en el vestuario albiceleste fue su entrenador, Lionel Scaloni, que en conferencia de prensa manifestó que “no me gustó el árbitro. En las jugadas chiquitas siempre fueron para el otro lado. No estuvo a la altura de un partido de este calibre“.
Pero no fue todo, pues además acusó que “el línea y el cuarto le avisaban continuamente a (Nicolás) Tagliafico que estaba amonestado. Tenían que dejarlo jugar y si pasaba algo, tomar una decisión. No pueden condicionarlo continuamente”.