Boca Juniors igualó sobre la hora a Rosario Central. Un gol de Nicolás Figal en los 90’+10 que desató un sinfín de críticas de los jugadores Canallas provocó que el cuadro Xeneize rescatara un punto de su visita al Gigante de Arroyito a falta de un juego más para enfocar su energía en el viaje a Chile para medirse a Colo Colo por el Grupo F de la Copa Libertadores.
El DT de los boquenses, Jorge Almirón, nuevamente tuvo un reto para el capitán del equipo, Pol Fernández. Fue por la pasividad con la que enfrentó una infracción clara de Ignacio Malcorra sobre el paraguayo Óscar Romero.
En primera instancia, se enfadó con el juez Ariel Penel, quien pese a cobrar la falta no la sancionó con alguna tarjeta. Como ninguno de sus jugadores llegó donde el árbitro, el director técnico de Boca la emprendió con el portador de la jineta. “¡Pol! ¡Pol! Es amarilla, es amarilla”, le gritaba el otrora jugador de Santiago Wanderers con mucha efusividad desde el borde del campo.
Le mostró el brazalete, casi como queriéndole decir que si el capitán no habla con el réferi, nadie más lo hará. Y que la falta del talentoso “10” del cuadro rosarino bien pudo haber valido una amonestación en caso de que ellos hubiesen puesto algo de presión al réferi.
El DT de Boca quiere a un capitán hablador
Ante Rosario Central no fue la primera vez que Jorge Almirón le cayó al capitán de Boca Juniors. El DT del próximo rival colocolino en el torneo de clubes más relevante de América había manifestado una reacción muy similar en su debut.
Fue en la caída por la mínima frente a San Lorenzo. En una secuencia prácticamente idéntica, el ex adiestrador de Lanús y el Elche de España le reclamó a Pol Fernández su falta de protestas al árbitro. Una paradoja que da cuenta del interés que tiene el entrenador boquense: tener un capitán que se haga sentir con la autoridad de cada encuentro.