Un día después de conseguir la Copa del Rey, el Real Betis de los chilenos Manuel Pellegrini y Claudio Bravo celebró a los grande con su gente en Sevilla.

El plantel recorrió las calles en un autobús descapotable, luego visitó el Ayuntamiento y la Plaza Nueva, donde Pellegrini se dirigió a miles de hinchas presentes.

Luego, pasaron a la catedral, lugar en el que fueron felicitados por el arzobispo, antes de transportarse al estadio Benito Villamarín donde armaron una gran fiesta.

"No me imaginaba este cariño, teníamos ayer la obligación de ganar en la cancha. Nosotros hemos generado una ilusión importante en la gente. Queda camino por recorrer con buen fútbol. Logramos llegar a la final", dijo el Ingeniero durante el día.

Mientras Bravo, señaló: "Se disfruta, mira la cantidad de gente que hay, es algo impresionante que no se olvida jamás. Me ha tocado vivir en otros sitios triunfos, pero de esta manera no. Este club mueve una cantidad de gente increíble, sabemos el compromiso que tenemos con los aficionados.

"Teníamos que ganar ayer, es un logro súper bonito, que la gente lo va a apreciar mucho. Desde que empecé en esto del fútbol mi misión ha sido trabajar para lograr lo máximo, es la exigencia que hemos intentado poner. Es lo que me encanta, me llena de energía, trabajar para conseguir logros, era un sueño conseguir algo con el Betis", añadió.

La fiesta en el Benito Villamarín se cerró con cada jugador del plantel caminando por un pasillo de luces y siendo nombrado por los altoparlantes.

Pellegrini fue ovacionado cuando dijeron su nombre, al igual que Claudio Bravo quien estuvo presente en la gran final frente al Valencia.