El estallido social en Chile tiene a la Conmebol en ascuas con respecto a la disputa de la final de la Copa Libertadores, programada para el Estadio Nacional el próximo sábado 23 de noviembre (17:30 horas).

Para las definiciones se convocó a las dirigencias de los finalistas, River PLate y Flamengo, a una reunión en Santiago que se realizará este martes. Y la idea es presentar una serrie de alternativas.

La primera es postergar en una semana la disputa de la Copa, y pasarla al 30 de noviembre, según adelanta Globo Esporte, "para que la situación en Chile se calme".

En este caso, la final podría mantenerse en el Estadio Nacional o mudarse a otra ciudad, siempre con la posibilidad de tener una semana más de preparación ante la eventualidad del cambio.

La otra alternativa es disputar la final de la Copa el mismo 23 de noviembre, pero en el estadio La Nueva Olla de Asunción, que tiene la logística preparada ya que recibirá la final de la Copa Sudamericana este sábado 9.

En cualquier caso, la opción de la Conmebol es evitar a toda costa una final a dos partidos, alternativa que agrada especialmente a los clubes, que podrán ingresar una recaudación millonaria por el evento.