El futuro del fútbol planetario podría estar en jugo y hace unos días se supo de las intenciones de la FIFA para que los mundiales se realicen cada dos años, acortando la brecha de 48 meses que se toma el balompié entre una cita planetaria de selecciones hasta la siguiente.

La situación tiene fracturada y divida a la opinión y las mismas instituciones que rigen el fútbol a nivel planetario y continental. De hecho, a la Conmebol no le gusta nada la idea y lo hizo saber con un comunicado oficial este viernes.

Cabe recordar que la Conmebol es responsable de la Copa América, el torneo de selecciones más antiguo del mundo. Pero no sólo este torneo se vería afectado por un Mundial cada dos años, pues los entendidos consideran que las repercusiones afectarían otras competencias como la Copa Libertadores y las mismas ligas de cada país.

“Una Copa del Mundo cada dos años podría desnaturalizar la más importante competición de fútbol en el planeta, rebajando su calidad y minando su carácter exclusivo y sus actuales estándares de exigencia”, sostiene el ente sudamericano en su comunicado.

Conmebol agrega que “una Copa del Mundo cada dos años supondría una sobrecarga prácticamente imposible de gestionar en el calendario internacional de competiciones. En las condiciones hoy vigentes ya resulta complejo armonizar los tiempos, cronogramas, la logística, la preparación adecuada de los equipos y los compromisos”.

El organismo con sede en Luque sentenció que “si bien en algún momento la Conmebo apoyó el proyecto en cuestión, análisis técnicos mostraron que es altamente inviable. Por ello, en las condiciones actuales, ratifica su respaldo al modelo de Copa del Mundo vigente, con sus plazos y mecanismos de clasificación”.

EL COMUNICADO COMPLETO DE CONMEBOL

Ante el proyecto de realizar la Copa del Mundo cada dos años, la CONMEBOL, tras una ronda de consultas con referentes del fútbol sudamericano, considera oportuno manifestar su posición frente a esta iniciativa con base en los siguientes fundamentos:

-Una Copa del Mundo cada dos años podría desnaturalizar la más importante competición de fútbol en el planeta, rebajando su calidad y minando su carácter exclusivo y sus actuales estándares de exigencia. La Copa del Mundo es un evento que concentra la atención y las expectativas de miles de millones de personas porque representa el punto culminante de un proceso de eliminación que dura todo el periodo de cuatro años y que tiene su dinámica y atractivo propios.

-Una Copa del Mundo cada dos años supondría una sobrecarga prácticamente imposible de gestionar en el calendario internacional de competiciones. En las condiciones hoy vigentes ya resulta complejo armonizar los tiempos, cronogramas, la logística, la preparación adecuada de los equipos y los compromisos. La situación sería extremadamente más difícil con el cambio planteado. Podría poner en riesgo incluso la calidad de los demás torneos, tanto de clubes como de selecciones.

-La idea de la Copa del Mundo es reunir a los futbolistas más talentosos, los técnicos más destacados y los árbitros más capacitados para determinar en una competencia leal y justa cuál es la mejor selección del planeta. Esto no se puede lograr sin una preparación apropiada, sin que los equipos desarrollen sus cualidades y los técnicos diseñen y apliquen estrategias. Todo esto se traduce en tiempo, en entrenamientos, en planificación, en partidos. CONMEBOL defiende la búsqueda de la excelencia en el campo de juego y apuesta por certámenes cada vez más competitivos y de la mayor calidad. No existe una justificación deportiva para acortar el periodo entre Copas del Mundo.

-Para la aprobación de un cambio de esta naturaleza es indispensable un proceso amplio y participativo de consultas con todos los actores involucrados. Debe ser el fruto de un debate franco, en el que sean consideradas todas las opiniones y criterios. La CONMEBOL está y siempre estará abierta al diálogo que busque lo mejor para el fútbol.

Si bien en algún momento la CONMEBOL apoyó el proyecto en cuestión, análisis técnicos mostraron que es altamente inviable. Por ello, en las condiciones actuales, ratifica su respaldo al modelo de Copa del Mundo vigente, con sus plazos y mecanismos de clasificación, por considerarlo coherente con el espíritu que animó a quienes concibieron y fundaron esta competición.