La Finalissima Femenina será un partido histórico. El encuentro que disputarán las campeonas de la Eurocopa y la Copa América, Inglaterra y Brasil, viene a completar un vínculo que ya nació entre las selecciones masculinas y que fomenta el desarrollo del futfem que quieren fortalecer entre Conmebol y UEFA.
Por esa razón, la verdeamarela aprovechó el reconocimiento de cancha en Wembley para hacerle un guiño a las históricas jugadoras que abrieron el camino para la actual selección de Brasil. ¿La razón? El 14 de abril se conmemoran 40 años desde el día en que se eliminó la prohibición al fútbol femenino en tierras brasileñas.
La historia se remonta a 1941, cuando en Brasil gobernaba el dictador Getúlio Vargas. Ese día fue publicado el decreto 54 de la ley 3199, que prohibía a las mujeres jugar al fútbol y otros deportes. Textualmente, la legislación decía que "a las mujeres no se les permitirá practicar deportes incompatibles con la condición de su naturaleza".
Y pese a que la legislación siguió vigente hasta 1979, no fue sino hasta 1983 que lograron levantar el veto que tenían las mujeres y que les permitió, por fin, jugar al fútbol, tras 42 años de prohibición.
Esta semana, aprovechando el hito que será la Finalissima Femenina, Conmebol y CBF organizaron la campaña "Futebol é Futebol", en la que el plantel actual de Brasil le agradece a las pioneras de la selección y a todas sus antecesoras por seguir jugando y mantener el legado del futfem en el país.
Las jugadoras de la selección posaron con camisetas que dicen, en la espalda, "decreto 54" y "ley 3199", y tienen una raya encima, en la que demuestran que lo único que quieren es que deje de haber barreras para la práctica del fútbol de las mujeres.