Florencia Espiñeira se inició en el mundo del Mountain Bike a los 10 años junto a su padre. Su primera bicicleta fue hecha por él en el taller que tenía en su casa. Ambos salían al cerro y allí comenzó; en relación a las competencias, lo hizo gracias a su profesor de educación física.

Flo se ha transformado en una de las figuras chilenas más destacadas en la disciplina y ha participado en las clasificatorias de Pump Track que se han realizado en distintas partes del mundo como Argentina, Italia, Estados Unidos, Suiza, entre otros, y que terminarán con la Gran Final en el Santa Fe bikepark en Chile el 18 de noviembre de este año.

El Pump Track es una modalidad relativamente nueva que se realiza en un circuito cerrado, el que los ciclistas deben atravesar sin pedalear, usando tan solo el bombeo para generar los movimientos e impulsos para continuar. Así los participantes de esta disciplina (muchos de los cuales incluso remueven las cadenas de sus bicicletas para demostrar su expertise), deben sortear las curvas, peraltes y distintos obstáculos que presenta la pista.

La competencia se da en dos formatos: contrarreloj y cara a cara. En el primero, los riders compiten contra el reloj en la misma pista, en tiempos que suelen estar en una fracción de segundo entre sí. En el formato cara a cara, los participantes corren uno al lado del otro en dos pistas idénticas, cambiando de carril en 2 batallas cara a cara. Los Campeonatos del Mundo de Pump Track Red Bull UCI combinarán ambos formatos de carrera.

La competencia espera a 70 ciclistas de 20 países. Los participantes de todo el mundo compiten por igual y se dividen solo por género en femenino y masculino. Dentro de los competidores, además de Florencia Espiñeira, se pueden reconocer los nombres de Nicolás Prundencio, Ian Rojas, Antonio Leiva y Pedro Burns.