Deportes La Serena lo logró: venció a Deportes Recoleta y se coronó campeón de la Primera B con tres fechas restantes, concretando el regreso a la Primera División. El equipo granate vuelve a la máxima categoría del fútbol chileno después de dos años.

Uno de los grandes protagonistas de la campaña es Erwin Durán, quien logra el objetivo con una impresionante campaña: 19 triunfos, cinco empates y solo dos derrotas en 26 partidos. Aún quedan tres por jugar. Luego del triunfo, el gestor de la alegría serenense dejó ver su emoción.

“Se hacen muchos esfuerzos, porque la familia está lejos. El mayor número de partidos fueron triunfos, pero llegar después de una alegría y no tener con quien compartir… Se echa de menos. Yo soy mucho de familia y hoy pudimos estar con mi señora, así que no dejo que se vaya hasta el último partido”, dijo de entrada.

Luego, contó algunas de las claves para la campaña granate. “Con la experiencia y los años, uno está más viejo y con trabajo psicológico. Tengo un gran apoyo que es Rodrigo Cahuas, un gran amigo y profesional. Cuando necesito algo siempre está, cuando dudo está ahí. Me ha ayudado mucho en todo lo que es la fuerza mental, el manejo de las emociones y la fortaleza que debemos tener porque debo lidiar con 30 personalidades diferentes. Todos quieren jugar, pero lo sacamos de buena manera, verlos felices a ellos me pone más feliz”, añadió.

Erwin Durán, entrenador de La Serena, celebra el ascenso | Photosport

Erwin Durán, entrenador de La Serena, celebra el ascenso | Photosport

Erwin Durán y el agradecimiento al plantel de La Serena

Agradezco a mis jugadores por confiar plenamente, por entender cada palabra que dijimos y por ponerse a disposición del cuerpo técnico, porque siempre les dijimos que tendríamos resultados. Le dije que venía para ser campeón y me miraron raro, pero les remarqué que ellos me ayudarían”, siguió.

“Yo los termino queriendo, son prácticamente unos hijos, porque no me preocupo solo de la cancha, sino también de cómo viven, de sus familias, de los más jóvenes, de si comen bien o mal, porque necesito que quieran venir y juntarse con sus compañeros. Que no sea problema venir a entrenar”, continuó.

“Cuando encuentran eso, uno los valora y les habla a los ojos para bien o mal, el jugador lo percibe. Eso se agradece y qué mejor que lo hicieran como jugaron este año, como los veía en las concentraciones jugando contentos”, concluyó Durán, que antes destacó a su cuerpo técnico.

“Uno siempre es la cabeza líder, pero ellos son muy capacitados. Jonathan Viveros viene conmigo desde el 2017, después a Arturo (Sanhueza) que le pedimos lo que necesitábamos y lo cumplió. Después Cristóbal Rivas que es un gran profesional en la parte física”, destacó.