Colo Colo mantuvo su invicto en el Superclásico ante Universidad de Chile luego de imponerse por 1-3 este domingo. Los albos derrotaron a domicilio a los azules y estiraron su buena racha, que llega a los nueve años sin saber de derrotas ni de local ni de visita en el Campeonato Nacional.
El resultado mantiene al Cacique en la cima y como el líder exclusivo del torneo con 43 puntos, alejándose de sus escoltas para acercarse cada vez más al título. En la vereda del frente se vive la otra cara de la moneda, con loque parece ser una maldición cada vez que enfrentan a su archirrival.
El Superclásico se vivió con emoción no solo en nuestro país, sino también al otro lado de la cordillera. Los Displicentes, el grupo de amigos que se hiciera popular en Chile tras las derrotas de Argentina en Copa América 2015 y 2016, le agarró cariño al fútbol local y vibraron con el encuentro.
Pero la molestia se apoderó de los representantes azules una vez que Colo Colo se puso en ventaja por 0-2 en apenas 10 minutos de juego. “Le meto toda la onda que puedo, me visto de la U. ¿Qué más quieres que haga? (…) Payasos son, no le ganan nunca a estos muchachos. El historial pareciera del 90“, lanzaron mientras miraban el partido.
A medida que se extendía el dominio de los albos en el primer tiempo, el descontrol se fue haciendo cada vez más evidente. “Me vendieron que eran lo más grande de Chile cuando fuimos. Compré porque ahí jugó Marcelo Salas“, criticó uno de los presentes.
Una vez que cayó el tercer tanto en los pies de Ignacio Jara, ya no aguantaron más. “Déjense de joder, no te pueden hacer tres goles de local. Desde 1920 que no ganan, boludo. No lo puedo creer“, ironizaron frente a la cámara.
Pero con el descuento de Marcelo Cañete pareció llegar algo de ilusión. “Al fin, dale, quedan cuatro minutos“, dijeron para luego tirarle un palo al árbitro del encuentro. “Deja de robar, Tobar. Deja de robar“, sentenciaron.
Más allá de las bromas con las que Los Displicentes intentaron levantar el ánimo de los hinchas de la U, lo cierto es que el equipo de Esteban Valencia pagó caro los errores del partido. La racha se mantiene intacta y habrá que esperar hasta el próximo año para saber si se romperá después de nueve años. ¿Lo lograrán?