Paulo Garcés regresó al arco de Curicó Unido después de un par de meses fuera por decisión técnica y otros acontecimientos en el cuadro del Maule. En el transcurso, Nicolás Larcamón renunció y el portero fue Fabián Cerda, hasta que Martín Palermo decidió el retorno del Halcón ante Cobresal como local por la fecha 23 del Campeonato Nacional en el estadio La Granja.
Pero no fue un regreso feliz para el Halcón. A los 24 minutos se le dio la primera jugada muy desafortunada: salió a un balón dividido para evitar la letal corrida de Juan Carlos Gaete y ganó limpio, despejó la pelota pero, lamentablemente, con los dos lanzados chocaron y el puntero de los de Gustavo Huerta sacó la peor parte.
Terminó con mucho dolor, intentó regresar pero, finalmente, fue reemplazado entre lágrimas. Se le realizarán chequeos para descartar alguna lesión ósea en uno de sus pies, mientras que el de Parral intentó consolarlo y le pidió disculpas por una acción fortuita.
Para colmo de males, en el segundo tiempo le pasó otra al portero: minuto 65, pelotazo profundo de Juan Gutiérrez para Felipe Reynero, éste se sacó la marca de José Pepe Rojas y fue tumbado en el área rival por Paulo Garcés. El portero reclamó airadamente al juez manifestando que tocó la pelota. “¡No lo puedo creer, profe!”, le dijo al referí Rodrigo Carvajal, quien le mostró amarilla, mantuvo su decisión y Marcelo Cañete cambió por gol para establecer el 0-1 definitivo.
Así fue la jugada de la lesión de Juan Carlos Gaete:
Y así la del penal sobre Felipe Reynero:
Cobresal quedó séptimo y en zona de clasificación a Copa Sudamericana con 30 puntos, mientras que Curicó Unido, tras un buen comienzo con Martín Palermo, han metido dos derrotas seguidas: ante Everton y los mineros, y se estancaron con 37 positivos.