El presidente de Huachipato, Victoriano Cerda, se había mantenido en un segundo plano a la espera de la sentencia definitiva del llamado Caso Melipilla, en el que pasó de sumarse a la denuncia de Universidad de Chile a ser el principal contribuyente de pruebas que terminaron condenando al descenso a los Potros.
Sin embargo, luego de que se conociera el fallo de la Segunda Sala, que revierte la expulsión de la ANFP pero ratifica el descenso de los melipillanos a Primera B, el timonel acerero alza la voz. “Lo único que correspondía era la expulsión, ya que los reglamentos no establecen una sanción como la que sentenció por la concordancia y contundencia de las pruebas”, asegura el dirigente.
Cerda sale al paso de las palabras de Mauricio Acuña, abogado de Melipilla, quien anunció un recurso de protección ante la justicia ordinaria porque “se ha dictado una sentencia no ajustada a derecho,ya que se han desatendido los plazos y la caducidad” y aseguró que tenía “al frente a clubes denunciantes que prepararon esto desde noviembre, el principio de oportunidad lo manejaron de manera discrecional”.
“Yo creo que el señor Acuña en vez de perder el tiempo dando declaraciones, debiera hablar con sus clientes respecto a cómo hacer las cosas bien, sin trampas”, expresa Victoriano. Es que si bien la primera sentenca indica que Huachipato tenía antecedentes a principios de noviembre, no existía la certeza.
“No existían la gravedad, la concordancia y la consistencia necesarias para hacer la denuncia. Incluso, al momento de la denuncia de Universidad de Chile (5 de diciembre), nos seguía pareciendo que no había concordancia.
“Si hubiéramos tenido los antecedentes de Jose Huentelaf y Ricardo Fuenzalida a tiempo, no tenga dudas de que habríamos hecho la denuncia.Nosotros tomamos conocimiento a partir de una denuncia del canal La Red, que hace la acusación sin entregar antecedentes y nos parece que no era suficiente para una denuncia”, clarifica el timonel siderúrgico.
“Luego aparece la entrevista al ex gerente de Melipilla,Gino Valentini, que también nos parecía insuficiente como prueba. Después una declaración jurada de Valentini con antecedentes, y ahí creemos que existen antecedentes precisos”, sentencia Cerda.
El representante de Huachipato aclara por qué Huentelaf y Fuenzalida declararon antes a los abogados denunciantes y después al Tribunal de Disciplina. “Nicolás Forttes quería declarar y no lo hizo, y Fuenzalida fue abordado por Carlos Encina para evitar su comparescencia. Teníamos el temor de que no fueran a la audiencia, por lo que se grabaron esos videos y se entregaron al Tribunal, pero no se aceptaron como medio de prueba válidos”, explicó.
Por eso, Cerda anuncia que irá por mayores sanciones en contra de los dirigentes que sean responsables de las irregularidades, que el fallo de la Segunda Sala del Tribunal de Disciplina calificó como “delito penal”, aunque esa denominación no la pueda hacer ningún tribunal deportivo.
“Una vez que se aplica una sanción a un club, forzosamente tiene que caer para los dirigentes. Y es lo que vamos a perseguir ahora: la responsabilidad sobre los dirigentes.Deberíamos aumentar las penalidades sobre personas naturales que hacen que los clubes incurran en irregularidades. Dirigentes así debieran ser suspendidos de por vida”, subraya el timonel acerero.
“Se debiera perseguir severamente a estas instituciones, de manera de que al sere alta la sanción, se produzca un desincentivo a cometer irregularidades. Aquí,un club ligado a Lautaro de Buin fue sancionado por las mismas conductas hace un año”, completa Cerda.
Con la condena sobre Melipilla, Huachipato dejó la penúltima posición del campeonato y se salva del descenso directo, aunque ahora debe defender su presencia en la primera categoría ante Deportes Copiapó.