En su momento Gerson Martínez era uno de los grandes proyectos del fútbol chileno, pues saltó a la fama luego de ser el goleador de la selección chilena que ganó el torneo Esperanzas de Toulon (Francia) en 2009.
En ese minuto, el delantero era pretendido por varios clubes y en conversación con Las Últimas Noticias desclasificó que era seguidopor varios clubes de Europa, siendo el más destacado el Inter de Milán de los chilenos Alexis Sánchez y Arturo Vidal.
“Aparecieron varios equipos del extranjero que preguntaban. De todos lados. Se habló de que me querían varios clubes, como Inter de Milán, pero del que estuve más cerca fue Udinese. La dirigencia de San Luis pedía mucha plata y nunca se llegó a concretar una venta. Tampoco me dejaban tener representantes. Estuve tres meses en Suecia, pero al final me vine. Hasta que un día me soltaron”, reveló el ahora goleador de Deportes Colina, en la Segunda División.
A pesar de no lograr el sueño de jugar en el extranjero, Martínez tiene una destacada carrera en el fútbol chileno, pues su buen momento en Toulon le permitió defender los colores de Cobreloa (2012), Colo Colo (2013), Deportes Iquique (2013-14) y Antofagasta (2014-15 al 2015-16).
“Me mandaron a préstamo a Cobreloa, donde tuve una buena experiencia. Ya después voy a Colo Colo, pero no jugué mucho. Me cambió la vida, aunque no jugué muchos partidos, pero siempre fui citado por el profesor Omar Labruna. Fue una bonita experiencia. Donde iba me regalaban todo. En ese tiempo andaba bien Carlos Muñoz. Hice buenas migas con Emilio Hernández. De ahí partí a Iquique y fuimos campeones de la Copa Chile con Jaime Vera. Ahí estaban Rengo Díaz, César Pinares, Manuel Villalobos. El Pillo siempre me apañó. Después me llevó a Antofagasta”, comentó.
Pero eso no es todo, porque desclasificó que esta temporada 2021 estuvo cerca de firmar en Cobreloa, pero por temas familiares y laborales decidió negarse: “Rodrigo Meléndez (entrenador loíno) me quería llevar a jugar a Calama. Le di las gracias. Si me hubiera ido tendríamos que haber dejado el negocio. Por eso desistí de irme otras vez a Calama con mi señora y mis hijos”.
Otra cosa que reveló fue que estuvo seis meses entrenando en Universidad Católica: “Estaban Alfonso Parot, Francisco Pizarro y Sebastián Barrientos. Fueron meses duros, porque tenía que viajar todos los días a Santiago. Me comía el almuerzo en el bus, después del colegio. Llegaba a las 10 de la noche todos los días y era un carro chico. Mi abuelo Guido, con quien me crié, me daba todos los días el impulso, pero se presentó un problema y dejé de ir a la UC”, señaló.
Finalmente, al ser consultado del cambio de jugar en Primera a Segunda División, expresó que “habló conmigo Gaspar Goycolea y me convenció. Me lo tomé con seriedad, me abrieron las puertas y estoy agradecido. Me volví a encantar con el fútbol, pero me lo tomo con calma. Trabajo para dar lo mejor de mí, aunque uno va sintiendo que se acerca el retiro”.
En la misma línea, sentenció “estoy feliz con la carrera que conseguí. Me hubiese gustado jugar en el extranjero. A estas alturas sé lo que soy, pero también sé que esta profesión no es para toda la vida. Todavía tengo contrato en Colina y espero terminar bien”.