Último minuto de la final de Champions League entre Liverpool y Tottenham y todas las cámaras recaían en un sólo hombre: Jürgen Klopp.

Apenas se escuchó el pitazo final, el entrenador de los Reds se abrazó con el estratega rival, Mauricio Pochettino y dio rienda suelta a la alegría en su estado más puro.

 

"Esto es increíble, ha sido una temporada muy intensa pero hemos ganado, hemos marcado dos goles, todo para la afición", afirmó el alemán a punto de derramar lágrimas.

Klopp no escapó a su fama de pierde finales, y hoy puede dormir tranquilo: "Para ser honesto, he estado en 7 finales, he perdido todas y los aficionados han sufrido más que yo en este tiempo", cerró.