Finalmente la latera teleserie en torno a la Supercopa 2025 llegó a su final. Pese a todos esfuerzos por no querer jugar, Universidad de Chile dejó sus reclamos de lados y se puso a disposición para enfrentar a Colo Colo este domingo 14 de septiembre en el Estadio Santa Laura.
Esta nueva postura se produce después de varios días de tiras y aflojas entre la U y la dirigencia de la ANFP. Ahí, el gran protagonista por el lado laico fue Michael Clark, presidente de Azul Azul, quien en todos los tonos aseguró que no querían jugar el compromiso, sobre todo por el desafío en Copa Sudamericana a mitad de semana.
“La Federación Peruana de Fútbol le suspendió el partido a Alianza Lima, eso es apoyar y eso es lo que yo, humildemente, hubiese esperado de la ANFP. No entiendo cuál es el afán de jugar la Supercopa el día domingo”, declaró timonel de la U.
En ese sentido, Clark aseguró también que “si es que se juega el partido, vamos a dar un triste espectáculo. Una Supercopa tan bonita, entre los dos equipos de mayor convocatoria en Chile, merece ser jugada con una mejor planificación y con otro público. Es un poco pichanga y pasarse por buena parte el campeonato”.
Clark se queda solo en Universidad de Chile: Plantel y cuerpo técnico opinan distinto
Pese a estas palabras, el presidente de Azul Azul se quedó prácticamente solo en este reclamo, ya que tanto el plantel como el cuerpo técnico dejaron en claro que su deseo siempre fue el de jugar ante los albos.
Primero trascendió que Gustavo Álvarez como entrenador quería ver acción este domingo para que el equipo ganara rodaje pensando en le partido del jueves en Perú. Esta idea tomaba fuerza sobre todo por los pocos partidos que ha jugado la U en el último mes.
Después llegó la voz de Javier Altamirano, quien como suerte de portavoz del plantel afirmó que “eso no nos incumbe a nosotros (sobre la decisión final acerca del desarrollo del partido). Nosotros nos preparamos día a día para lo que se nos viene nomás. De mi parte yo sí quiero jugar, eso lo deciden otras personas, pero los futbolistas queremos jugar”.
Así las cosas, la máxima autoridad de Universidad de Chile no solo recibió un portazo por parte de la ANFP, sino que también del cuerpo técnico y de los jugadores. Al final la Supercopa se jugará, a pesar del deseo de Clark y los demás dirigentes de Azul Azul.