Universidad de Chile hizo un buen partido ante Coquimbo Unido en el Estadio Nacional. Pese a ello, el rival también juega y los Piratas consiguieron un buen empate, sobre todo propiciado por los cambios de Nano Díaz. ¿Cómo fue la actuación individual de los azules? Aprobados, en general.

Gabriel Castellón (5,8): tuvo tapadas importantes, aunque no siempre consigue retener la pelota y recurre mucho al manoteo. Hay poco que reprocharle en el gol, donde el error fue más bien defensivo. Sigue cumpliendo sin ser una estrella bajo los palos. Probablemente, mientras no se cometan fuertes errores en la zaga, siga siendo uno de los que aprueba fácil, pero no brilla.

David Retamal (5,8): se va ganando un espacio en el fondo azul. Su salida marcó mucho la desorganización atrás. Es muy joven aún como para darle la responsabilidad de ordenar la zaga del Bulla, por lo que se hace extraño que el gol y el subsecuente error defensivo no hayan tenido un símil cuando él se encontraba aún en los apstos del Nacional.

Matías Zaldivia hizo un partido correcto, pero falló en la marca del gol | Photosport

Matías Zaldivia (5,3): estaba todo bien con el jefe del fondo azul. Había hecho una buena actuación, sellando los hoyos que se podían generar en la parte defensiva. Sin embargo, en el gol tiene una marca enclenque y eso permite que el jugador de Coquimbo tenga casi servida la pelota de gol. Un error que se debe a una única atención, pero que vale un empate.

Franco Calderón (5,8): quedó suspendido para el próximo partido tras ganarse una amarilla. O pasaba el jugador de Coquimbo sin pelota o pasaba la pelota sin jugador de Coquimbo. Sólido sin destacar, Franco Calderón ha conseguido una solvencia que requería una parte trasera del Romántico Viajero, siempre causa de tribulación.

Marcelo Morales (5,3): siempre atento por la banda izquierda. No afloja y toma buenas decisiones. Pese a ello, comparativamente, el duelo ante los Piratas fue menos impresionantes que sus partidos anteriores. 

Israel Poblete (5,5): sigue siendo un silencio que esconde trabajo. Su despliegue por toda la cancha demuestra que no hay que ser el preferido de las luces y los flashes para ser un buen jugador. Se mantiene en un buen nivel desde hace un buen tiempo. Claro que, podría pedírsele que se eche un poquito más el equipo al hombro, tal como hizo en el histórico triunfo de la U en el Monumental.

Marcelo Díaz (5): no mostró mucho ante Coquimbo. Se notaba que algo andaba mal físicamente. Pese a ello, fue el que le puso coraje al medio azul, calibrando siempre las jugadas y poniendo el temple cuando es necesario. De hecho, fue parte de la única trifulca del primer tiempo, al retener la pelota en un cobro a favor de los Piratas.

Fabián Hormazábal (5,3): la bandita de la derecha no tuvo su mejor día. Los amigos, Guerrero y Hormazábal, no tuvieron chances de ser agentes de peligro en ataque. De hecho, a este jugador se le notó un poco de frustración, cuando no se le cobró un penal y terminó barriéndose en una falta que fue exagerada por Galani.

Maxi Guerrero (5,3): no fue su mejor partido. Se ganó una amarilla y el juego no encontró buen armado cuando pasó por el lado derecho. Tuvo algunos chispazos, pero muy por debajo de sus grandes actuaciones anteriores. 

Maxi Guerrero no logró brillar tanto como de costumbre | Photosport

Luciano Pons (6,2): ¡Al fin! Había llegado con un gran currículum a la U, tras romperla en el fútbol colombiano. No obstante, todavía estaba en proceso de adaptación… hasta ahora. El rosarino cumplió con lo que se le pide a un centrodelantero: anotar. Saltó a lo Zamorano y decretó la apertura de la cuenta para los azules, en un tanto que bien podría ser una pintura. Y, ojo, que también colaboró con tareas defensivas. Partido redondo.

Luciano Pons hace su primer tanto con la Universidad de Chile | Photosport

Leandro Fernández (6,2): siempre importante en ofensiva. Ante Coquimbo, nuevamente fue el comienzo del hilado de cada jugada de peligro azul. Cuando no remata él, la distribuye, es cosa de ver el tremendo centro que le mandó a pons en el gol. Movedizo y con olfato de delantero, los hichas azules deben agradecer tener tamaño jugador. Además, es un “vio”. Eso quedó reflajado en el tiro libre cobrado en el primer tiempo, cuando se dio cuenta que el arco estaba vacío y tiró directamente. Para mala fortuna, el árbitro consideró que él debía dar la orden de tiro. Salió a los 75’ por Lucas Assadi.

Federico Mateos (5,3): ingresó a los 46’ por Marcelo Díaz. Tiene menos peso que Carepato y se nota. Pese a ello, es un aporte cuando entra desde la banca, sobre todo porque es polifuncional. 

Lucas Assadi (5): ingresó a los 75’ por Lea Fernández. No cambió nada en el juego con su ingreso y provocó la furia de Lea.

Ignacio Tapia (-): entró a los 84’ por Retamal. Fue un cambio trascendental, ya que el error defensivo que vino después provocó el gol del empate de Coquimbo.