El domingo en el Estadio Nacional parecía todo definido. Chile ya había asegurado la serie ante Luxemburgo, pero todavía quedaba un partido por jugar.

Fue ahí cuando Nicolás Massú anunció que Daniel Núñez sería el encargado de cerrar la jornada.

Pero, lo que pocos sabían es que esa decisión tuvo un origen inesperado. Matías Soto fue quien cedió su lugar para que el joven de 24 años pudiera vivir su primera vez en Copa Davis.

La emoción de Núñez en el Anita Lizana

Para Núñez, hijo del exfutbolista Mario “Oso” Núñez, fue un momento cargado de nervios, adrenalina y emoción.

“Nico le dice al grupo que iba a hablar con Matías Soto, y él le dijo que no, que quería que jugara yo y que debutara“, reveló en una entrevista con AS.

“Después vino Massú a decirme que me tocaba a mí, así que después del partido le agradecí un montón a Mati por darme la oportunidad”, agregó,

“Cuando empecé a calentar (…) me empecé a poner nervioso y sentí la adrenalina, me puse tenso. Luego me fui soltando y lo pude disfrutar”, contó Núñez.

El propio jugador confesó que antes de entrar a la cancha agradeció el gesto de Soto, que sin dudarlo lo animó a asumir el desafío. Y el resultado no pudo ser mejor.

Nicolás Massú y Matías Soto (Photosport).

El consejo de Massú en el súper tiebreak

El debut, sin embargo, no estuvo libre de tensión. Núñez llegó a estar 8-0 arriba en el súper tiebreak, pero los nervios lo hicieron dudar.

“Nico me dijo que me acordara de todo lo que había sufrido y de lo que me había esforzado, que lo pusiera en la cancha”, contó.

Esa arenga terminó de darle fuerza para sellar el partido y vivir el día más especial de su carrera.

“Más que un equipo, una familia”

El gesto de Soto también reflejó el espíritu de este grupo. “Nos apoyamos mucho (…) más que un equipo somos una familia”, afirmó Núñez. Y ese ambiente fue clave para que todo se diera de manera tan emotiva.

Con este debut soñado, Daniel Núñez no sólo cerró la serie de Copa Davis para Chile, también escribió el primer capítulo de una historia que promete.