Este miércoles se inició la discusión del cuarto retiro de ahorros previsionales de las AFP en el Senado, donde estuvieron invitados los ministros de Trabajo, Patricio Melero y de Hacienda, Rodrigo Cerda; además del Superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías.

En la oportunidad los representantes del ejecutivo volvieron a criticar la medida, poniendo el énfasis en la reactivación laboral y los impactos macroeconómicos, mientras que Macías subrayó la agudización de las malas pensiones en el país.

La primera exposición vino de parte del Ministro Melero, quien sostuvo que el panorama laboral de la actualidad es muy distinto al de los retiros anteriores. En el primer retiro, el desempleo llegaba al 12,9%, mientras que al día de hoy el indicador llegó a 8,5%, en una cifra que va a la baja.

Además señaló que las cotizaciones ya alcanzaron los niveles prepandemia y que se inició el pago del IFE Laboral. “Chile tiene la mayor cobertura de red de protección social en la pandemia en América Latina”, argumentó Melero.

Posteriormente fue el turno del encargado de la billetera fiscal, quien puso el foco en la inflación y el magro panorama económico que se vislumbra en Chile.

“Nos parece que la situación del cuarto retiro es muy distinta a las anteriores”, señaló, agregando que “Los IFE están dando más tranquilidad a los hogares y están permitiendo el despegue económico”.

“Un cuarto retiro genera un daño en las pensiones de los chilenos, pero va a generar un daño a la economía a corto y largo plazo y ya se está afectando el tipo de cambio”, planteó Cerda.

Por su parte, el Superintendente de Pensiones, subrayó que si las pensiones ya son bajas, con la política de retiros el panorama solo empeorará y que por los tres rescates ya se han retirado cerca del 24% de los ahorros previsionales, lo que equivale a perder cerca de seis años de ahorros en promedio.

En la presentación además se añadió que cerca de 4 millones de personas ya no tienen saldo en sus cuentas y que, de aprobarse el nuevo retiro, la cifra aumentará a más de 5 millones de personas, lo que representa a la mitad de los afiliados al sistema previsional.