En los últimos días, se conoció la noticia de que Caín Velásquez, excampeón peso pesado de UFC y con un breve paso por la WWE durante el 2019-20, fue sentenciado por la Justicia de Estados Unidos a 5 años de prisión por una serie de delitos como intento de homicidio, asalto agravado y posesión de armas.
El excampeón peso pesado de ahora 42 años se encontraba en juicio desde 2022 tras intentar “hacer justicia” por sus propias manos contra Harry Goularte, hombre de 46 años y acusado de abusar del hijo de cuatro años del peleador.
La sentencia a Caín Velásquez
Si bien la fiscalía pedía al menos 25 años de prisión para el expeleador, la sentencia de 5 años fue señalada como la menor posible, ya que el tiempo efectivo que le queda a Velásquez en prisión es de alrededor de año y medio solamente, debido a que el juez Arthur Bocanegra consideróantecedentes como los 1.283 días que el deportista ya estuvo en detención, además de otros factores como la actitud colaborativa de Velásquez durante todo el proceso y la carencia de antecedentes penales previos.
Velásquez, durante la audiencia donde conoció su castigo, asumió su responsabilidad por los hechos sin dar excusas, señalando que “Estoy en verdad arrepentido. Mis actos fueron peligrosos y me avergüenza la forma como actúe”.
La sentencia de todas formas fue bien recibida por la abogada de Velásquez, Renee Hessling, quien señaló a través de un comunicado que “Caín ha mostrado coraje y fortaleza de carácter. Ha asumido la responsabilidad de sus acciones y ha sido responsabilizado. La sentencia dictada hoy refleja las complejidades de la situación y reconoce al hombre detrás de los titulares”.
Los hechos que condenaron a Caín Velásquez
El dos veces campeón de UFC en la categoría de peso pesado disparó en febrero del 2022 varias veces contra un vehículo en el que iban tres personas, entre ellas se encontraba Harry Goularte, sospechoso de abuso contra el hijo de Velásquez, y los padres de este, quienes a su vez son los dueños del jardín de niños al que iba el hijo del peleador.
En ese momento, donde además se produjo una persecución a alta velocidad y que se extendió por casi 18 kilómetros, fue donde Goularte no resultó lastimado por las balas, pero sí Paul Bender, padrastro del sospechoso y conductor del vehículo.
Estos hechos ocurrieron a menos de una semana de que Goularte fuera liberado sin fianza por el presunto abuso sexual del menor, aunque las autoridades señalan que Goularte, fue puesto en detención domiciliaria y con brazalete electrónico.