Edmílson recuerda la etapa con Chupete Suazo en Zaragoza: "Nos salvó de bajar a segunda"

Humberto Suazo jugó en Europa durante seis meses. Lo hizo en el Real Zaragoza de España, cuadro donde estuvo desde enero hasta julio de 2010. Allí anotó seis goles en 17 partidos. Tuvo una actuación clave para que el cuadro aragonés mantuviera la categoría en la élite hispana.

En su paso por el Viejo Continente, el incombustible goleador sanantonino compartió camarín con un brasileño de mucha experiencia por el nivel top del fútbol mundial, pues jugó en el Olympique de Lyon de Francia, el Barcelona y el Villarreal de España y el Palmeiras de su país antes de coincidir con Suazo en el vestuario zaragocista. Su nombre es Edmílson.

Fue en una conversación con Enzo Olivera que recordó aquel importante aporte del chileno en el balompié hispano. “En partidos que teníamos con Suazo, teníamos goles. Era un tío con calidad y defectos, pero con él en el campo seguro que podíamos marcar un gol. Es un jugador que siempre estaba cerca del gol. En mi época como había muchas nacionalidades distintas, cuando llegamos el club estaba en una situación difícil”, contó el campeón mundial con Brasil en Corea Japón 2002.

Edmílson: “Chupete Suazo nos salvó de bajar a segunda división”

“Chupete nos salvó de bajar a la segunda división con sus goles. Que siga la vida. Y como dice Ze Roberto, un jugador que también jugó hasta los cuarenta y pico, de esa naranja hay que sacar hasta el último gajo”, añadió Edmilson, quien también contó que mantiene contacto con el ex atacante de Colo Colo y otrora máximo goleador histórico del Monterrey de México.

¿Qué dijo sobre ese tema el brasileño? “Lo sigo por redes sociales, a veces le envío mensajes y le digo ‘qué está haciendo con 42 años, yo pensaba que se retiraría poco después de Zaragoza’. Estoy contento por él, no hatenido lesiones articulares, queesto muchas veces mata al jugador, tener una lesión de rodilla o tobillo. Y nada, cuando tienes goles, la edad no importa si es que tiene preparación física”, sentenció Edmílson.