Un fanático del rugby se hizo famoso en el mundo después de disfrutar demasiado una cerveza, mientras los equipos de Escocia y Gales cantaban los himnos.

Las cámaras captaron el momento en el que este espectador tomaba lentamente su birra y luego ponía cara de sorpresa por su sabor, aprobándolo y dejándose llevar por el placer.