A lo perrito. No, no estamos hablando de cochinadas. Es que Pep Guardiola quedó como un verdadero can en el error de Akanji que casi le cuesta el primer gol del partido al Manchester City, en la final de la Champions League ante el Inter.
El defensor suizo pensó que el portero Ederson salía a encontrarse con una pelota en profundidad, pero el brasileño se quedó pegado en el arco y ninguno de los dos fue a la pelota. El que sí picó fue Lautaro Martínez, quien quedó mano a mano con el meta del City, que finalmente la tapó con el brazo.
Siguiendo la jugada desde el borde de la cancha, Pep Guardiola sufrió. Primero se tiró de rodillas al suelo, después apoyó las manos. Y cuando se dio cuenta que el meta brasileño había salvado el tanto, recién pudo ponerse de nuevo de pie.
Tal como si fuera un bebé, el técnico del City quedó expuesto en redes sociales, lugar en el que festinaron con su pasión.
Al rato, el técnico español se acercó al público y les hizo el gesto de que apoyaran con fuerza. Se nota que la cosa no anda completamente como quiere el City, por el momento.