Un gran secreto hay detrás del despegue de Darío Osorio en Dinamarca. El talentoso volante ofensivo zurdo marcó un golazo ante el Copenhague. Y además se anotó con una asistencia en el empate 2-2 del Midtjylland ante el cuadro capitalino.
Durante su primera temporada en los Lobos de Herning, Osorio ha mostrado una mejoría evidente. Está mucho más agresivo en la presión y el recorrido de la banda en faceta defensiva. También evidenció avances en la potencia física. Eso lo erigió como titular indiscutido. Y después como el jugador diferencial que tiene Thomas Thomasberg en la lucha por el título.
Ese rendimiento provocó el interés del Galatasaray de Turquía. Cualquier transferencia le significará réditos a Universidad de Chile, donde vivió su etapa formativa desde muy pequeño. Así lo detalló Pablo Ortiz, jefe de la oficina técnica del ciclo de iniciación, que abarca desde la Sub 8 a la Sub 12.
“Llegó muy temprano a la Casa Azul y tuvo que sobreponerse a cuestiones muy similares a las de hoy. Su proceso de adaptación obviamente iba a ser de mejor nivel que el de otros jugadores que nunca habían salido de su zona de confort”, comentó Ortiz en diálogo con Cooperativa Deportes.
Añadió que “todos los que hemos participado de su proceso nos sentimos orgullosos de cómo ha crecido, cómo ha aumentado sus niveles técnicos, tácticos, se ha logrado sobreponer físicamente a una liga mucho más exigente. Si bien había mucha gente que tenía desconfianza, creo que su proceso formativo fue fundamental para su rápida adaptación”.
El secreto de Darío Osorio para allanar su camino en Dinamarca: “Es el único niño de 11 años que se sumó a la pensión de la U”
Puede deberse a un secreto, pero Darío Osorio tuvo un rendimiento destacado en Universidad de Chile antes de dar el salto a Dinamarca. “Es el único niño con 11 años que se ha incorporado a la pensión del club”, contó Pablo Ortiz, jefe de la oficina técnica del ciclo de iniciación.
“Regularmente tenemos la modalidad del jugador satélite, que son de regiones y viajan una semana al mes a jugar con sus compañeros y se devuelven a sus casas. Lo de Darío fue distinto, la jefatura técnica de Edorta Murúa tenía otra cultura”, expresó Ortiz sobre el español que emigró del Centro Deportivo Azul hacia la Academia Aspire en Qatar.
El vasco trabajó en Universidad de Chile desde enero de 2015 hasta marzo de 2017. “Debido al potencial de Darío, Edorta y su staff decidieron que se mantuviera en la pensión del club. A veces se frustraba más rápido, no quería seguir jugando en algunos partidos cuando la situación era más adversa. Tratamos que eso no se viera reflejado en su proceso formativo integral. Por eso nos enorgullece”, culminó Ortiz.
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