El sábado pasado el PSG derrotó por 4-0 al Montpellier por la penúltima fecha de la Ligue 1, ocasión en la que el equipo parisino usó una camiseta con los colores LGBT+.
El dorsal de la indumentaria llevaba el arcoíris con motivo del Día Mundial contra la Homofobia y la Transfobia, que se celebra el martes 17 de mayo.
Pero uno de los jugadores del PSG, el senegalés Idrissa Gueye, se negó a usar la camiseta, por lo que se cayó de la convocatoria a última hora.
De acuerdo a Le Parisien el motivo de su decisión tiene relación “con sus convicciones religiosas”. El mismo medio afirma que su negativa “desconcertó y entristeció a varios compañeros en el viaje del PSG”.
Luego, el entrenador Mauricio Pochettino reconoció que Gueye no tenía ningún problema físico y que salió de la nómina, que integraba originalmente, por “un motivo personal”.
Más tarde, fuentes del club le dijeron a EFE: “El club y sus jugadores, incluyendo sus estrellas, están muy orgullosos de vestir esa camiseta. Es un asunto que se arreglará a nivel interno”.
Lo cierto es que Gueye ya se había saltado un partido de la temporada pasada en la que el PSG llevó una camiseta similar, acusando dolor de estómago.
Las reacciones llegaron por montones en Francia, como la de la presidenta de la región de Île-de-France, Valérie Pécresse: “Los jugadores de un club de fútbol, y los del PSG en particular, son figuras de identificación para nuestros jóvenes. Tienen el deber de dar ejemplo. ¡La negativa de Idrissa Gana Gueye a unirse a la lucha contra la homofobia no puede quedar sin sanción!”.
También se manifestó la asociación para la lucha contra la homofobia en el deporte Rouge Direct: “La homofobia no es una opinión sino un delito. La LFP (Liga) y el PSG deben pedir explicaciones a Gana Gueye y muy rápido. Y sancionarlo si es necesario”.
Por último, Eric Arassus, presidente de la Federación Deportiva LGBT+ sostuvo: “Es un excelente jugador, lo reconocemos, pero podemos decir que la homofobia es una negación en el deporte. Todos los jugadores participaron menos él, debería ser sancionado. Cuando vemos a un jugador inventando varias excusas, como una pseudo gastroenteritis, nos damos cuenta de que es homofobia, lo que el club y la Liga dejan pasar. Hoy en día, está penado por la ley ser homofóbico”.