El desembarco del VAR en el futbol mundial no ha terminado con las polémicas arbitrales. Aunque la tecnología ahora puede determinar circunstancias extremas, aparecen zonas grises en el reglamento, que obligan a que los árbitros definan de acuerdo al “criterio”, un recurso siempre peligroso y cuestionado.

Por esta razón, la FIFA tomó cartas sobre el asunto y a través del International Football Association Board, estableció una serie de precisiones respecto a los “criterios que distinguen el ‘juego voluntario’ de los ‘desvíos'”.

“Tras ser testigos de una serie de situaciones con gran repercusión mediática y partiendo de la asunción de que el jugador en fuera de juego no pasa a estar en posición reglamentaria automáticamente cuando el rival se desplaza y toca el balón, el IFAB y la FIFA —en colaboración con los grupos de interés del fútbol— desean aclarar los conceptos de ‘juego voluntario’ y ‘desvío'”, establece el documento enviado a todas las federaciones y asociaciones.

Vamos por parte. En este caso, se califica una jugada en que el jugador del equipo A se encuentra fuera de juego cuando su compañero lanza un balón, pero que posteriormente pasa por un integrante del equipo B. Puede ser un roce o desvío de la pelota, o una acción decidida del rival para intervenir en la trayectoria.

En el primer caso, la jugada queda invalidada, pero en el segundo, el jugador del equipo A está habilitado y la acción es válida. Es la polémica que se vivió en Chile en los últimos dias, con la validación de un gol de Colo Colo ante Audax Italiano y la invalidación de sendas anotaciones de Antofagasta contra el mismo Audax y de Cobreloa frente a Copiapó en Primera B.

Las polémicas están a la orden del día en el fútbol nacional e internacional, al margen de la llegada del VAR

Los criterios para diferenciar un desvío de un juego voluntario del balón

La determinación de que una acción represente un desvío o un juego voluntario del balón pasa por el criterio del cuerpo arbitral e incluso, de lo que defina el VAR al respecto. FIFA e IFAB, en ese sentido, aportan criterios un poco más objetivos para determinar qué característica tiene la jugada en cuestión.

En este sentido, la regla 11 establece que “jugar voluntariamente el balón implica que el jugador tiene la posibilidad de controlarlo y pasar a un compañero, recuperar la posesión o despejar, ya sea con el pie o la cabeza”.

Entre las precisiones, se indica que”el hecho de que el pase, el intento de recuperar la posesión o el despeje del jugador sea impreciso o no logre su objetivo no invalida la ‘voluntariedad’ de la acción”. Y más tarde se explicitan los elementos que permiten asumir que el jugador intenta controlar el balón y establecen la acción como “voluntaria”.

1. El balón llega desde lejos y el jugador lo ve claramente

2. El balón no se mueve a gran velocidad

3. Se puede prever la trayectoria del balón

4. El jugador tiene tiempo para coordinar sus movimientos, es decir, no realiza una acción como un salto, extensión de las extremidades o movimiento instintivo con el que consigue un ligero contacto o control

5. Es más fácil jugar el balón cuando está sobre el terreno de juego que cuando está en el aire.

La información además agrega ejemplos en que un toque de balón es voluntario o involuntario, que permiten ilustrar escenarios que determinen una posición válida o inválida en partidos oficiales. Vale la pena darse una vuelta por la galería para beber el cáliz del conocimiento cabal y reclamar con razón.