La palabra “variables” es una de las más usadas en épocas de mercado de fichajes, un concepto que busca pagos adicionales en caso que el jugador cumpla algunas metas. Ese es el caso de Antoine Griezmann en su regreso a Atlético de Madrid, pues de jugar 45 minutos en los partidos en los que esté a disposición, el club deberá darle 40 millones de euros al Barcelona.
Es fácil pensar que un futbolista de su categoría tendría mucha participación pero, de momento, la economía pesa en el club colchonero que ha planteado una curiosa estrategia para evitar salir de una importante cantidad de dinero. Es por eso que el francés está siendo reservado exclusivamente como revulsivo.
De hecho, en los tres partidos de La Liga que se han disputado hasta el momento ha ingresado posterior al minuto 60. Algo que poco le ha importado para tener protagonismo pues a pesar de no ser titular ya cuenta con un par de goles en lo que va de temporada y aún no se abre un espacio en la formación inicial de Diego Simeone.
Es por eso que ya era difícil pensar que se tratara de una simple casualidad y el propio entrenador argentino confesó que sigue instrucciones institucionales. “Me conocende hace 10 años. Yosoy hombre de cluby lo seré siempre”, afirmó en conferencia de prensa al ser preguntado sobre la situación.
Este sábado, los colchoneros enfrentarán, como visitantes, a Real Sociedad. Se espera, sin mayores sorpresas, que el campeón del mundo en Rusia 2018 repita en el banquillo y que, quizás, ingrese tras la hora de encuentro.
Cabe recordar que Griezmann fue cedido por Barcelona la pasada temporada por dos campañas. La obligación a compra se activa con esta cláusula por cantidad de minutos o si, simplemente, el Atlético la ejecuta. Pero todo parece indicar que ahorrarse 40 millones de euros es total prioridad.